A siete meses de gobierno y un año del triunfo electoral,
los resultados favorables para la población por parte de la coalición
triunfadora, aún no se notan, no son tangibles para las familias mexicanas que
siguen padeciendo la violencia e inseguridad, el desempleo, salud y falta de
bienestar. Los bolsillos de millones de mexicanos siguen vacíos y la pobreza no
cesa.
La basura social sigue estando presente en las filas del
gobierno y en las instituciones del Estado Mexicano; muchos se preguntan porque
miles fueron despedidos no necesariamente por ser malos trabajadores o
corruptos en el desempeño de sus funciones, sino porque eran los de honorarios
y de confianza, muchos de ellos que ante la falta de base sindical son más
dedicados al desempeño eficaz y eficientes de sus funciones para no perder el
empleo.
Los sindicatos en México, salvo excepciones conocidas, no
son precisamente para defender los derechos de sus agremiados, sino feudos
mafiosos donde sus dirigentes obtienen toda clase de canonjías y prebendas para
sus familias en detrimento de las familias de los sindicalizados, a los que les
dan como dadivas algunas de ellas para que se sientan parte del grupo.
Pero en realidad el grupo que manda es solo uno, los que
deciden en qué momento puedes ser parte de ellos para que tus cuotas agranden
sus cuentas bancarias. La cultura del corporativismo surgido de la Revolución
Mexicana como una forma de control político y social de los trabajadores.
No propia en otros países donde en verdad ser
sindicalizado es ser desde el primer día de trabajo y considerado de acuerdo
con tu desempeño a la movilidad laboral de la empresa pública o privada donde
estés trabajando, sin pagos de entres a la mafia sindical para poder ascender,
como sucede en México.
De ahí que para que en México se dé un verdadero cambio
de régimen como lo pregona el presidente, sería necesario una prueba de
conocimiento y desempeño de todos los trabajadores del gobierno, dependencia
por dependencia, de manera que solo los más capacitados y con espíritu de
servicio público, sin importar si son sindicalizados, de confianza o de
honorarios, sean los que continúen laborando para hacer efectiva las políticas
públicas y los resultados que de ellas de esperan. Echando a la calle a
sindicalizados, de confianza u honorarios que no sirven a las instituciones del
Estado Mexicano.
En este país de la simulación, todo mundo sabe que un
trabajador busca ser sindicalizado, porque no lo es desde el primer día de
trabajo como debiera ser, porque dice: “así no pueden correr, aunque no haga
nada o me haga pendejo”, por lo que con esa filosofía laboral del sistema mexicano
nunca tendremos mejores instituciones ni mejor país.
En nuestra profesión también tenemos sindicatos y
sindicalistas de ese tipo, es el caso de Notimex, Agencia de Noticias del
Estado Mexicano, que ni es agencia ni genera noticias, a no ser de aquellas que
sean en contra de los adversarios del gobierno actual, como si con ello
estuvieran haciéndole un favor a la Cuarta Transformación al persistir
prácticas de la cultura política que se quiere dejar atrás.
Profesionales de la comunicación en dicha agencia, nos
han comentado que, si en los gobiernos del PRI se le calificaba de agencia del
gobierno en turno, ahora está peor, porque la información noticiosa y las
imágenes periodísticas, si la directora cree que dañan la imagen del
presidente, son desechadas porque cuida más ahora la imagen del gobierno como
nunca se había hecho. Si es un suceso violento que pudiera implicar
responsabilidad del gobierno, se minimiza y así por estilo.
Por eso vemos que se repiten dichos del gobierno anterior
cuando la prensa denunció la Estafa Maestra, no te preocupes Rosario, dijo el
presidente. En la Ciudad de México crece la criminalidad y matan a estudiantes:
“no estás sola Claudia”.
Cuando se ha presentado irregularidades de gobernantes
actuales, lejos de escuchar al Jefe de Estado decir que esperaran que si
existen pruebas la autoridad judicial actúe e emita su fallo, escuchamos: “la
alcaldesa de Cancún es una buena persona” como sugiriendo a los procuradores y
administradores de justicia que deben desechar las acusaciones en su contra,
siguiendo la tradición presidencialista y así con los delegados, legisladores y
demás que hacen negocios al amparo del gobierno mexicano.
Eso son los siete meses de gobierno a un año del triunfo
electoral.
BORDER PATROL
Las benditas redes comentan que entre tantos serviles
propios de la cultura y los regímenes políticos anteriores que se quieren
olvidar, hasta ahora dentro de la Cuarta Transformación, Porfirio Muñoz Ledo,
con todo y lo que se le ha criticado de su pasado, es el único político
consecuente con visión de Estado que analiza las acciones y las políticas del
gobierno para evitar que se repitan hechos y acciones que suponen deben dejar
atrás.
Ahora que la Guardia Nacional se ha convertido en la
Border Patrol mexicana para contener a los migrantes en lugar de realizar las
acciones de seguridad que permitan disminuir los homicidios dolosos que en lo
que va de este semestre son los altos del país y mayo lo fue el más violento en
la Ciudad de México, ahora siguiendo el ejemplo de Trump, desbaratan a familias
en la frontera norte, cuando los detienen intentando cruzar de manera ilegal,
donde unos cruzan y otros integrantes son detenidos en México de lo cual se han
difundido imágenes de centroamericanos.
En el sur, haciéndola de policía migratoria, mientras
“descansan” en viviendas abandonadas como barracas, donde policías y soldados
pernoctan en condiciones que no queremos les den a nuestros connacionales en
Estados Unidos, ni quienes son detenidos por ellos, pero que no creo que
querrán darles mejores condiciones a las que ellos sufren. ¿O sí?
Mientras los funcionarios del gobierno, como Francisco
Garduño quien los calificó de fifís o de pequeños burgueses si quieren hacerlo
en hoteles, duermen en camas gracias a nuestros impuestos, por qué no se les
brindan mejores condiciones a quienes, algún día, como Guardia Nacional, tal
vez nos protejan de los delincuentes y bandas criminales comunes y de cuello
blanco.
Por eso Porfirio dice en las redes que “carece de sentido
plegarnos a las exigencias migratorias de Estados Unidos que nos llevarían a un
estatus colonial. Ellos decidirían en última instancia el tránsito de personas
en nuestro país y nuestras fronteras” y de lo que deben hacer los gobiernos
mexicanos, como lo vemos ahora.
REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS
El 1 de julio se cumplió la máxima que mi paisano pregonó
durante su campaña de que era necesaria la revolución de las conciencias en
México, y de esa manera los mexicanos cansados de la corrupción, violencia e
impunidad lo hicieron triunfador.
Ahora que celebrar ese día con un informe como el que
anuncia en la plaza pública, dejará a muchos con la misma incertidumbre de
antes de comenzar su gobierno, sobre el cuándo veremos disminuir la
inseguridad, mejorar los empleos y que el bienestar llegue a todas las familias
mexicanas que siguen esperando.
Ahora los artistas y deportistas de alto rendimiento
sufren las consecuencias de políticas de austeridad, los médicos igual y todos
los sectores la padecen. Los periodistas seguimos siendo asesinados, 14 en este
sexenio, y no hay quien garantice la seguridad profesional de nadie y de todos
los mexicanos que seguimos siendo ejecutados. Hasta ahora, solo condolencias
dan.
Sin duda un gran triunfo de la coalición que hace
historia ¿y qué?
Comentarios a uliseshj@hotmail.com
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