QUINTANA ORO; PODER ECONÓMICO PARA COMPRAR VOLUNTADES EN EL EDOMEX.

* Edgar Santander Arroyo, funcionario de la Contraloría Interna de la SSEM, se dejó tentar por el dinero fácil, por la extorsión, y así dejó pasar por alto la existencia de policías voladores en Chalco

Por J. MARTÍN PONCE R.

CHALCO, Edomex.- La presencia de policías voladores, hostigamiento y explotación laboral en contra de los uniformados, continúan siendo el más claro ejemplo de corrupción que solapa y promueve el subinspector Eulalio Fidencio Quintana Oro, jefe de la Región XLVII-Chalco, quien con dádivas “compró el silencio” de Edgar Santander Arroyo, funcionario de la Contraloría Interna de la Secretaría de Seguridad del Estado de México para que no pasara el reporte sobre la existencia de policías “voladores” quienes, por años, han representado un jugoso negocio.

Los días 14 y 15 de febrero –pasado- de manera sorpresiva llegó a las instalaciones del Primer Agrupamiento-Chalco Santander Arroyo, funcionario de la Contraloría, cuya misión es detectar las irregularidades como abusos, explotación laboral, quejas contra mandos superiores, abusos de autoridad y, principalmente, detectar la presencia de los famosos y muy costosos policías “voladores”, los cuales, se han convertido en una plaga que deja excelentes ganancias a mandos altos como al propio Quintana Oro, y también al subdirector operativo Regional, Ariel Pérez Morales y al coordinador Arnulfo Tapia Trujillo. Para nadie es secreto que la bolsa a repartir es millonaria.

Cabe subrayar que el funcionario de la Contraloría interna de la SSEM, Santander Arroyo, llegó al filo de las 7 de la mañana.

Comenzó a realizar su trabajo, pero, a sus espaldas el jefe de Servicios, Efrén Oropeza Gómez, llamó a través de mensajes a los policías “voladores” para que se presentaran de inmediato. Uno de los mensajes textualmente decía: “Avancen todo el personal de turno B, Contraloría Interna de la Contraloría Nezahualcóyotl”, este mensaje fue enviado el 14 de febrero a los “aviadores” del primer agrupamiento.


Pese a esta argucia el funcionario encontró una notable ausencia laboral de uniformados, lo que, dejaba en claro la existencia de policías voladores, personal que cobra sin trabajar, pero, de lo que cobran, tienen la obligación de pagar su cuota quincenal que es de 2,500 pesos por cabeza, además, de que esta región tiene fama de ser una de más numerosas en cuanto a personal uniformado se refiere, pero también de “voladores”.

Por ello, Santander Arroyo, se puso enérgico ante la ausencia de policías, de acuerdo a las listas. En tono amenazante dijo al jefe de Servicios, Efrén Oropeza Gómez, que ésta, era una situación grave, por lo cual, tendría que hacer su reporte para enviarlo a la Contraloría en Toluca, pero, de inmediato el subinspector Quintana Oro fue informado de la situación y ordenó que le taparan con billetes la boca al funcionario de la Contraloría, situación que no resultó difícil, porque, Santander Arroyo, como otros muchos, tiene la mentalidad y casi, casi religión, de que "con dinero baila el perro" y, efectivamente bailó.

Para nadie es desconocido que la Región XLVII está plagada de policías “voladores”, donde predomina el hostigamiento laboral en contra del personal que sí trabaja. Actualmente, la citada región cuenta con seis agrupamientos: en el primero de éstos ubicado en Chalco funge como jefe de Servicios Efrén Oropeza Gómez; José Ángel Cuéllar, está a cargo del Segundo Agrupamiento en Tlalmanalco.

Alberto Pérez Ciprés, es el responsable del Tercer Agrupamiento en Juchitepec, mientras que, José Raúl Fernández Lozano es el jefe del Cuarto Agrupamiento en Temamatla. José Crispín Moisés Castillo tiene a su mando el Grupo de Intervención Policial (GIP), y finalmente, Jesús Arnulfo Ruvalcaba está al frente del Agrupamiento Fuerza de Apoyo y Reacción (FAR), con sede en Chalco.
Estos seis agrupamientos se encuentran bajo las órdenes del subinspector Eulalio Fidencio Quintana Oro, quien desde el pasado 2 de julio de 2018 se hizo cargo de la citada Región; desde entonces construyó su propio imperio de corrupción e impunidad, disparándose el número de policías “voladores”, los cuales, son una “plaga” inexistente, la cual, deja millonarias ganancias, tanto, como para comprar voluntades y llegar al precio a los corruptos funcionarios, quienes saben y entienden, cómo se juega este juego donde hay ganancias para todos, menos para los ciudadanos y los auténticos policías.

De toda esta corrupción está bien informada desde que arribó al cargo, Maribel Cervantes Guerrero, titular de la SSEM, y también el general Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la policía estatal, quienes no han hecho nada por acabar con este cáncer de la corrupción, a la cual cierran los ojos, pero no al bolsillo ni a sus intereses personales, porque ellos también saben jugar y estirar la mano.

Finalmente, cabe subrayar que el subinspector Quintana Oro arrastra larga cola. Fue comisario de la policía municipal en Texcaltitlán y protegido del tristemente célebre Cesáreo González Hernández, quien pese a estar ya fuera de la corporación sigue moviendo los hilos a través de sus incondicionales como el propio Quintana Oro, cuyo historial policiaco dejá mucho qué desear, sobre todo su paso por el sur de la entidad donde cierta ocasión fue desarmado.