¿Terminó el infierno? Se fue
Jimmy Neutrón y llegó el tabasqueño, pero la inseguridad y la violencia están
presentes en cada rincón del país donde el peor gobierno de la historia de
México, el de Atlacomulco, sigue vigente porque destrozó al país como nunca
nadie antes lo había hecho, esa es su gloria para Peña Nieto. Ahora hay que
esperar que su sucesor una vez purificado por los pueblos comience con la
transformación.
Por lo pronto anunció que
contrario a la clase política tradicional, el mismo irá a entregar su informe
de gobierno y a escuchar las posiciones de todas las bancadas que algo tendrán
que decirle, esperemos que no sea de acuerdo con el resultado de ninguna
negociación previa, sobre el estado que guarda la Nación.
México no es el Estado de
México como lo pensó el inefable mexiquense que creyó que, con su copetito y
los halagos de sus seguidores, eran suficientes para conducir los destinos del
país. Tampoco los diseños mediáticos con preguntas de supuestos representantes
de la sociedad sirven para informar lo que sucede.
Sin duda que sacar el país del
hoyo en que lo metieron los mexiquenses y los gobiernos neoliberales de Miguel
de la Madrid a la fecha, es un gran reto para el creador de los camellones
chontales en Nacajuca, pero tendrá que ir dando los pasos para que sus
operadores en verdad cumplan con la cuarta transformación tan cacareada que ha
ofrecido y que está sea tangible para todos los ciudadanos indignados por la
violencia y la inseguridad.
México ha sido el país de la
simulación durante décadas y sexenios, los ciudadanos lo sabemos; los
gobernantes llegan y ofrecen cumplir con sus demandas y sus promesas de
campaña, pero de repente muchas de estas cosas no suceden por eso la sentencia
popular que un ciclista le dio en su camino a rendir su protesta de ley: “usted
no puede fallarnos; en ti confiamos”.
Desde los primeros minutos de
su gobierno la expectativa ciudadana ha sido enorme y la respuesta debe ser
inmediata, como la obtenida por los ciudadanos que esperaban la apertura de la
reja de Los Pinos para conocer los lujos en que han vivido nuestros gobernantes
en los últimos 40 años, en lo que debía ser solo la residencia oficial para la
pernocta y los servicios básicos para su operación acorde a la realidad que
vive México.
El fin del fuero
constitucional para todos los servidores públicos de manera que puedan ser
juzgados cuando cometan algún ilícito sin distingo alguno, desde el presidente
hasta el verificador municipal, de manera que los moches y mordidas que han
sido parte de la cultura política y administrativa del país queden en el
recuerdo de todos los mexicanos.
Pero muchos se niegan a que
esto desaparezca, pese al punto final decretado por el gobierno porque no
tendríamos las cárceles necesarias para meter a todos los corruptos en sus
celdas, al grado que podría no haber quien cierre la puerta, si esto ocurriera,
pero, aun así, Gustavo Madero pancarta en mano exigía no al perdón olvidando
que por los moches muchos de su bancada serían los primeros en ser procesados.
Parecen olvidar que el PRI con
el pacto por México, hizo cómplices al PAN y al PRD de sus tropelías y les
compartió puestos en el Poder Legislativo para despacharse a sus anchas, como
ahora parece hacerlo Morena al imponer a una Secretaria General que de trabajos
legislativos conoce nada y otros más.
Por lo pronto la inseguridad y
violencia heredada de Peña Nieto, que terminó con 49 periodistas asesinados, ya
dejó el primer periodista asesinado en este sexenio, en Nayarit, donde apareció
ejecutado Jesús Alejandro Márquez Jiménez cerca del aeropuerto de Tepic. Hay
mucho por hacer en este país para garantizar el Estado de Derecho, la paz y la
tranquilidad.
DESARROLLO REGIONAL
Por lo pronto, ya el nuevo
gobierno signó en los primeros minutos de su administración un convenio de
México con Guatemala, El Salvador y Honduras para dar los primeros pasos al
desarrollo regional de la sur del país y Centroamérica de manera que se paren
los flujos migratorios y que los que quieran migrar lo hagan no por necesidad,
como ha venido ocurriendo hasta ahora.
Durante la comida con los
mandatarios que acudieron a su toma de protesta, López Obrador sentó las bases
de entendimiento para construir un Plan de Desarrollo Integral que impulsará el
desarrollo y las oportunidades de la región, contribuyendo a la prevención del
fenómeno migratorio y atacando sus causas estructurales simultáneamente.
El vínculo y las similitudes
entre el sur de México, El Salvador, Guatemala y Honduras, acentuó la necesidad
de atender el fenómeno migratorio como una problemática compleja que exige la
gobernanza adecuada para facilitar la migración segura, ordenada y regular
desde una perspectiva regional integral, y contemple la atención prioritaria a
todo el ciclo de la migración (origen, tránsito, destino y retorno) guiada por
el principio de responsabilidad compartida pero diferenciada y con pleno
respeto y protección de los derechos humanos, señalaron.
Aseguraron que, como parte de
las acciones acordadas, se trabajará en la creación de un fondo, con el
objetivo fundamental de implementar el Plan de Desarrollo Integral que incluya
programas, proyectos y acciones específicas, a efecto de generar empleos y combatir
la pobreza.
Lo cierto es que debemos
detonar el desarrollo en el país y en la región para parar los flujos
migratorios en todo Centroamérica y la zona sursureste de México, de manera que
los que viven trabajen en la zona que los vio nacer y no tener que trasladarse
a otras latitudes en búsqueda de las oportunidades que no reciben pese a los
recursos naturales con que contamos debiera dárnoslo.
Recuperemos nuestro territorio
como ya lo demandó Cuauhtémoc Cárdenas y dejemos de seguir haciendo ricos a los
anglosajones del norte, cuando podríamos crear la riqueza con nuestros propios
recursos naturales y hacer de México un gran país que no le envidie nada a
nadie. Eso depende de nosotros que queramos que esto suceda o que sigamos
siendo un país petrolero y un pueblo sin dinero.
AHIJADO DEL CARNAL
Quien ha demostrado su
ineficacia como operador político es el alfil del canciller en San Lázaro,
donde todo indica que llegó solo por la operación de su padrino, no por méritos
propios, ya que la soberbia ha pasado a ser parte de la actitud de la bancada
mayoritaria, en vez de buscar los acuerdos necesarios.
Sobre todo, para las reformas
constitucionales como la de la eliminación del fuero, que requiere de mayoría
calificada que no tiene el gobierno, en particular cuando se ausentan algunos
en el momento de la votación importante, dos docenas de supuestos fieles, que
eran necesarios para sacar adelante los cambios.
Ya desde el reparto de las
comisiones legislativas, hubo voces que calificaron de “blandito” a Mario
Delgado, a quien solo bastaba con que la oposición subiera el volumen en la
negociación para que este cediera posiciones sin chistar.
Ni que decir en la decisión
final de designar a sus aliados en la coalición, las comisiones que se le
antojó sin consultarles siquiera si estaban de acuerdo o si esas eran las que
querían, ocasionando problemas mediáticos la asignación al PES de la Comisión
de Cultura, aunque final todo quedó igual ahora que es de Morena.
Hay que demostrarle al padrino
que sabe conducir una bancada.
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