Claro que es posible tener
instituciones del Estado, eficaces y eficientes, con el personal profesional
para cada una de sus dependencias de gobierno, que cumplan el perfil y la
experiencia necesaria para hacerlas caminar a tono con la demanda de los
ciudadanos y los intereses de la Nación. Solo que, al interior del gobierno, de
cualquier nivel, existen grupos de interés que se reparten a través del
sindicato diversas posiciones y a través de posiciones directiva, el manejo de
los puestos de confianza.
La pregunta es ¿con quién
acabar primero? Porque los de base y sindicalizados tienen el respaldo de una
mafia sindical que por contrato no pueden ser despedida, a menos que acuerdes
con el líder que amasa las cuotas, la salida de unos a cambio de $$$ y la
permanencia de otros, so pena de salir si no obedecen.
Los de confianza y por
contratos, están a la disposición de los que llegan y son por lo general los
que ocupan los altos cargos en el gobierno y los sueldos fabulosos que todos
esperan contar con ellos, pero son sacrificables a placer del gobernante en
turno que, en ocasiones los mueve a otras posiciones menos favorecidas, de
acuerdo a la relación con el nuevo mandamás y apechugan.
Creo que el subibaja en los
mandos policíacos describe mejor los movimientos que cada sexenio se realizan
en los gobiernos y en los Tres Poderes de la Unión, porque comandantes en un
gobierno, los vemos de rasos en otro, los de abajo en posición intermedia y
después todo vuelve a la “normalidad” burocrática, porque muchas veces los que
han sido mandos, siguen mandando aun cuando estén temporalmente degradados del
rango que tenían. Una simulación.
Y esa simulación que en lo que
va del siglo XXI siguieron los gobiernos de todos los colores, es lo que generó
la insurrección ciudadana en las urnas, cansados ya los mexicanos de que nos
sigan viendo la cara, la violencia crece, la inseguridad también, miles de
ejecutados, desaparecidos y los delitos de alto impacto pese a las promesas no
disminuyen y nadie acepta su responsabilidad, acusando al otro partido que
gobierna el estado, el país o el municipio, cuando todos somos corresponsables.
Para nadie es un secreto que,
en el llamado mundo occidental, los sindicatos dejaron de ser revolucionarios
desde hace mucho tiempo para convertirse en un grupo de interés conservador que
impide el desarrollo de las instituciones y en cambio mantiene los privilegios
de quienes los dirigen, por lo que la defensa de los trabajadores pasa a
segundo término y de eso, hay muchos ejemplos.
Pero no es todo, si los de
base se organizan, también desde puestos directivos claves, existen personal de
confianza que reparte las posiciones de los que este sexenio o trienio se van,
y por lo general están en posiciones cercanas a los que toman decisiones y
venden su experiencia profesional para ordenar y hacer funcional, a su manera,
tal o cual dependencia, que los que llegan desconocen
Lo ideal sería que los
principales cargos para hacer posible la aplicación de las políticas públicas
diversas de un gobierno, se concursen no como la farsa que actualmente se
realiza desde la época de Fox, para cumplir con la formalidad, sino un
verdadero casting del conocimiento y la experiencia de los aspirantes.
Lo malo en este país es que la
costumbre se hace ley y la cercanía política sigue siendo la forma en que se
decide quién ocupa los principales puestos del gobierno, aunque esto no
garantice un actuar eficaz y eficiente de ninguna dependencia.
COMUNICACIÓN SOCIAL
Sin duda que lograr que un
gobierno garantice la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información de
todos los ciudadanos, es un reto que ninguna administración ha cumplido hasta
ahora, ya que solo se han limitado a repartir pautas de publicidad a sus
amigos, allegados políticos y compadres que hacen fortuna con la hacienda
pública, donde muchos recursos materiales del gobierno se han utilizado para
complacer a tal o cual “comunicador”.
Es necesario definir una
política de Comunicación Social que en verdad promueva y difunda las acciones
de gobierno y sus políticas a favor de la población, sin resaltar personaje
alguno, promover la identidad nacional y la ciudadanía como parte del legado
democrático de nuestras instituciones.
Lo importante son los
ciudadanos, no los gobernantes, porque son los mandantes de quienes eligieron
para hacerse cargo de realizar las políticas a favor de la comunidad, del
municipio, de la entidad y del país, de acuerdo con la competencia de cada
gobierno.
El presidente de la República,
como jefe del Estado Mexicano, debe delinear y dar a conocer cuál será esa
política de Comunicación Social que servirá como guía a las entidades y
municipios para replicarla en sus zonas de influencia y coadyuvar a garantizar
el derecho a la información de todos los mexicanos.
Para cumplir con sus planes de
austeridad republicana, los medios públicos de Estado deben servir como
herramienta para hacer llegar a todos los rincones del país, la información
objetiva y veraz de las acciones de gobierno, permitiendo la participación
ciudadana cuyas opiniones se reflejen en sus contenidos programáticos plurales
e informativos.
La sociedad de la información
global que vivimos exige de los gobiernos, inmediatez en tiempo real, de los
sucesos que forman parte de lo cotidiano de la vida política, económica y
social de una Nación y ante ello, cada cabeza de sector debe de contar con un
responsable y equipo mínimo, no importa como lo llamen, que garantice la
información objetiva y sin matices, para hacerla de conocimiento a los
ciudadanos como su responsabilidad.
Sin duda que el área muy
numerosa, por cierto, conocida como Cepropie, de la Secretaría de Gobernación,
encargada de producir material audiovisual para televisión de las actividades
públicas del Ejecutivo federal, a través de programas informativos y especiales
para los medios de comunicación públicos y privados, deberá esmerarse en
cumplir con objetividad y legalidad, su función.
Para lograr la 4ª
transformación es necesaria la participación de los profesionales del ramo de
cada uno de los sectores en que se divide el poder ejecutivo para sus
funciones, acción que deben homologar los demás poderes y niveles de gobierno.
Deben ser los mejores, mujeres u hombres del país, sin importar filiación
alguna.
ORTEGA A LA CÁRCEL
Por genocidio en Nicaragua
deben ser juzgados los sandinistas que encabezan Daniel Ortega y Rosario
Murillo, que con su gavilla de paramilitares y policía nacional, a mansalva han
matado a 450 nicaragüenses, en su mayoría estudiantes, así como tienen a
cientos de desaparecidos y heridos en esa nación.
Sergio Ramírez, quien fuera
vicepresidente de Nicaragua con Daniel Ortega precisamente y uno de los líderes
el FSLN, detalla en un despacho de prensa porque la Revolución Sandinista se
fue al traste y convirtió a Ortega en el nuevo Somoza de Nicaragua en el que
lleva 21 años como presidente de esa Nación, en dos etapas.
Detalla porque el
autoritarismo sigue siendo parte de la forma de gobierno en su país, donde
incluso la ministra de Salud de Nicaragua ha despedido a un centenar de médicos
por atender a los heridos que la policía y los paramilitares dejan en las
calles, ya que se enfrentan sin armas a las fuerzas del gobierno. Cumplir el
legado de Hipócrates es un delito, deben dejarlos morir, es la instrucción del
gobierno sandinista.
Los nicaragüenses aspiran a
lograr la democracia y la libertad de manera pacífica, pese a que los llaman
terroristas y a la iglesia que busca el diálogo, de golpista, lo cierto que
Ortega debe irse ya.
Comentarios a uliseshj@hotmail.com
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