martes, 29 de agosto de 2017

EL DOTE DEL COMPADRE (Relato)


 por Chemo San Juan.




Estos acontecimientos sucedieron en la sierra olvidada del pueblo de San Jerónimo, Estado de Hidalgo.
Al municipio de Tutotepec en 1998 se llegaba después de caminar durante ocho horas por la montaña cubierta de vegetación pero con la nueva carretera que el gobierno realizó, se ahorraban 6 horas y media.
Me gustaba como mi madre contaba los relatos de su niñez, por ejemplo el de ” la cueva del diablo” y “mi tía la nahuala”, así que esta vez me contó sobre algo raro que ocurrió en la montaña olvidada de San Jerónimo, a pocos kilómetros del Estado de Veracruz .
Cierto día justo en el mes de enero llegaron una decena de maquinas que el gobierno había mandado para abrir paso entre la montaña y así realizar la tan ansiada carretera que el pueblo exigía. Pero los ingenieros desde un principio se toparon con muchos inconvenientes, una de ellas las colosales y tenebrosas barrancas de mas de 100 metros de profundidad, donde por cierto perdieron la vida mi primo junto con tres amigos .

Los encargados de la obra se dieron a la tarea de contratar como obreros a gente del pueblo, ya que como conocían la zona les serian de gran ayuda. Mis tíos trabajaron ahí y después de un par de años por fin lograron concluir la carretera, estaban a dos días de inaugurarla cuando un acontecimiento marco a los pobladores de por vida.

El reloj marcaba las 3:00am y la gente dormía arrullada por la intensa lluvia que no dejaba de caer cuando de pronto la mayoría de la gente del pueblo fue despertadas por un horrendo trueno que al parecer habia caído cerca de las barrancas.
A la mañana siguiente el pueblo entero estaba sorprendido y asustado , y es era el día de la inauguración y unos 50 metros de la carretera habían colapsado, el abismo de montañas se habia tragado todo el camino.
Los lugareños se encontraban muy tristes y unos a otros se preguntaban que habia sucedido; ahora tendrían que volver a caminar kilómetros y kilómetros para llegar a sus casas.
Los ingenieros junto con el equipo de trabajo pusieron manos a la obra y volvieron a construir el tramo de carretera pero esta vez desviado hacia otro punto y así evitar que esta volviera a colapsar. En menos de 6 meses la obra estaba terminada, pero al día siguiente y por imposible que pareciera se volvía a desplomar de la nada.
En el pueblo los rumores comenzaron y estos eran achacados a cosas malas, las personas del pueblo ya no querían trabajar ahí, ya que cada nueva vez que construían lo destruido algo o alguien lo volvía a tirar, y poco a poco y en cada desviación nueva la carretera se acercaba a la cada vez mas a la montaña que en otomí se escribe dhen he.
El director de obras del Estado de Hidalgo ( que por obvias razones omitiré su nombre), un tanto escéptico ante lo que pasaba, ordeno a los ingenieros le entregaran la obra terminada lo antes posible, y también les ordenó dejar de creer en los rumores que si el enbadhe ( charro negro o compadre en otomí) lo habia tirado.
Uno de los ingenieros cansado de no poder ver la obra inaugurada decidió quedarse a velar toda la noche para investigar que era lo que ya tres ocasiones pasadas habia destruido el tramo de carretera y aun cuando los obreros le advirtieron de “el compadre”, este hizo caso omiso. Así cayó la noche y el sueño por fin venció al ingeniero pero minutos antes de las 3:00 am lo despertó el relinchido de un caballo, busco a tientas entre la obscuridad su lámpara para ver de donde provenía el sonido, pronto escucho el galopar de un caballo muy cerca, dirigió la luz de su lámpara hacia un personaje quien vestía de charro y montaba un caballo negro.
El charro le dijo: “ nunca lograras tener lo que no te pertenece y menos en estas tierras, y no busques lo que no has perdido por que perderás más de lo que podrás ganar”. El constructor se armo de valor y con voz temblorosa le pregunto Quien es usted y por que me dice esto? Y el jinete le respondió “ Yo soy el enbadhe dueño y señor de estas tierras, cerros y pueblos me pertenecen y ustedes no han dado el dote para construir en mis dominios” sin salir de su asombro el ingeniero le dijo no saber a que se refería y que no entendía el que tenia que ver con que tres veces pasadas la carretera hubiera colapsado; el compadre soltó una siniestra carcajada y entre risas le dijo “ yo soy el responsable de eso, pero si tu me traes varios niños y los dejas parados aquí justo donde estoy por debajo del asfalto que pondrás, yo me llevare sus almas y tu carretera nunca volvería a caerse”; esto fue lo ultimo que el hombre escucho del jinete antes de ver al charro negro galopar a toda velocidad para después desaparecer.
A la mañana siguiente el ingeniero un tanto incrédulo por lo acontecido la noche anterior, no dijo nada a los demás y se dispuso a seguir con la obra, pero esta vez y a plena luz del día enormes rocas comenzaron a desgajarse del cerro y caer cerca del ellos hasta tapar en su totalidad la carretera.
Meses después y como por arte de magia la carretera estaba concluida sin contratiempos y pudo ser inaugurada.
Pero mis tíos cuentan que tiempo después y sobre todo por las noches, los carros que transitaban por ahí veían caminar a niños llorando y al acercarse para tratar de auxiliarlos estos desaparecían. Asustados la gente de los poblados vecinos llevaron a un sacerdote a bendecir la carretera y para su sorpresa en un tramo encontraron la huella marcada de una herradura justo en el mismo lugar donde el Charro negro aquella noche le pidió al ingeniero dejarle el dote.
Al paso de los meses en el pueblo según cuenta mi madre comenzaron a llegar personas de otros pueblos quienes buscaban a sus hijos, sobrinos, nietos, etc todos ellos de poca edad, que se habían perdido.


Llámese casualidad lo cierto es que en esa carretera al día de hoy se siguen apareciendo niños a mitad de la noche y todos llorando lastimeramente.
Este relato es propiedad de mi señora madre y aconteció en el municipio de Tutotepec, Estado de Hidalgo.
Si te gustan mis relatos buscame en facebook como: relatos de terror para no dormir escritos por Chemo San Juan y en el de el Diario el Rapsoda

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar el Diario Digital Imprevistosnoticias.blogspot.com; te agradeceremos nos anexes tus numeros telefònicos y nombre para dar seguimiento puntual a tus propuiestas.
Atentamente
La Coordinaciòn General

CONSEJO EDITORIAL

Consejo Editorial
C.Juan U. Hdez. Jimenez
Profr. Raúl Avila Espinosa
C. José Luis Tellezgirón
C. Eduardo Muñoz Ortega
C. Antonio Hernandez Rmz.
C. Jesús Esquivel (Q.e.p.d.)

Redacción.
C. Jorge Pichardo

Asesoria Jurídica:
Lic. Sergio Lopez Cuevas

Derechos de autor y contenido
En tramite ante Sria. de Gobernación

Oficina: Calle Venustiano Carranza Mz 77 Lt 892. C.p. 09500 Cdmx.
Tel: 55 17832588. correo electrónico conrespuestas@gmail.com

La información vertida en este portal, es responsabilidad de sus autores y no refleja la opinión de la coordinación general.

Nuestros colaboradores son honorarios.

Este portal informativo respeta la libertad de expresión y la diversidad ideológica
de sus colaboradores.







Imprevistosnoticias.blogspot.com

Archives