El cronista e investigador de la
culturas prehispánicas, José Alberto Zea Domínguez, dijo que "en
Tlalmanalco, Amecameca, Estado de México, y Cuernavaca Morelos, así como en la
Catedral de la Ciudad de México, dijo que todavía existen petrograbados del
municipio de Chalco, sin embargo, ésta última localidad, no cuenta con un
petroglifo original y sólo hay una réplica hecha en tiempos modernos".
En la comunidad de Santa
Isabel Chalma, en el interior de la iglesia, hay uno original hecho en el siglo
XII, sin embargo, la gente la empotró en una pileta de agua. En la cima del
Sacromonte, (Iglesia de la Gualupita), hay otro empotrado enfrente de este
recinto eclesiástico, el cual, por la altura, se está perdiendo por las
inclemencias del tiempo, señaló.
En la Ciudad de México, en la
Catedral Metropolitana, a un costado, en la parte oriente se puede apreciar un
petrograbado del símbolo prehispánico de Chalco, petroglifo que, dijo, apunta
la salida de este grupo precolombino de las tierras de Aztlán Chicomoztoc.
Asimismo, en el Museo
Nonohualca, de la localidad de Tlalmanalco, se encuentra una piedra cincelada
pero a la mitad, la otra parte desapareció de una pared que se localizaba en la
Calle de Vicente Guerrero, en la cabecera municipal, refirió.
Zea Domínguez agregó que uno
de los más importantes petrograbados de Chalco, se localiza, en los jardines
del palacio de Hernán Cortés, en la Ciudad de Cuernavaca, sin embargo, al no
tener protección se ha descuidado mucho.
Es de sorprenderse que las
autoridades no hayan hecho nada o al menos pedir al INAH, que les devuelvan las
figuras antes mencionadas, agregó.
Puntualizó que hay decenas de
petrograbados en los municipios de la zona oriente del Estado de México que
están a la intemperie, sólo los campesinos y lugareños de cada comunidad
conocen el paradero de ellos, por lo que en Unión de Organizaciones Culturales
A.C, pedirá que sean rescatados.