POR NOÉ ZAVALETA Y PATRICIA
DÁVILA ,
XALAPA, Ver.- Tras casi seis
meses prófugo de la justicia, el gobernador priista Javier Duarte de Ochoa fue
aprehendido la tarde de este sábado en Guatemala, por la Procuraduría General
de la República (PGR), en colaboración con la Policía Nacional Civil
guatemalteca.
A través de Twitter, la PGR
confirmó la detención del exgobernador de Veracruz durante el periodo
2010-2016, cargo que dejó inconcluso al pedir licencia el pasado 12 de octubre
en medio de severos cuestionamientos. Una semana después la Agencia de Investigación
Criminal (AIC) emitió una orden de aprehensión.
En un posterior comunicado, la
PGR detalló:
“Como resultado de las
investigaciones realizadas por las dependencias que integran el gabinete de
seguridad del Gobierno de la República y con el apoyo de la Oficina Central de
Interpol en Guatemala, Javier Duarte de Ochoa fue localizado y detenido con
fines de extradición en el Municipio de Panajachel, Departamento de Sololá, en
ese país.
“La Procuraduría General de la
República pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores que, por vía
diplomática, se presentara la solicitud de detención provisional con fines de
extradición del exgobernador de Veracruz al Ministerio de Relaciones Exteriores
guatemalteco este 15 de abril de 2017.
La PGR señaló que Duarte fue
localizado y detenido en el municipio de Panajachel, departamento de Sololá, y
es requerido por la justicia mexicana por su probable responsabilidad en la
comisión de los delitos de Delincuencia Organizada y Operaciones con Recursos
de Procedencia Ilícita.
Duarte de Ochoa deberá ser
presentado en audiencia ante la autoridad judicial guatemalteca competente,
quien le informará que se encuentra retenido con fines de extradición a
petición del gobierno de México.
De conformidad con los
tratados internacionales aplicables, se solicitó la colaboración de la Fiscalía
General de la República de Guatemala, y se realizó el operativo para la captura
de Javier Duarte de Ochoa en conjunto con la Policía Nacional Civil por
conducto de su división de policía internacional, Interpol en Guatemala.
En atención a la solicitud de
detención provisional presentada por el gobierno de México al de la República
de Guatemala, el Juez Primero de Primera Instancia Penal de Guatemala libró en
audiencia privada una orden de detención provisional con fines de extradición,
la cual fue ejecutada hace unos momentos.
La detención del exgobernador
se efectuó, según PGR, como resultado de las investigaciones realizadas por las
dependencias que integran el gabinete de seguridad del gobierno de la República
y con el apoyo de la Oficina Central de Interpol en Guatemala.
Conforme a las disposiciones
aplicables por el tratado de extradición entre ambos países, el gobierno de
México deberá presentar formalmente la solicitud de extradición del reclamado
antes de que se cumpla el plazo de 60 días, contados desde hoy.
Una vez presentada dicha
solicitud formal de extradición, la Fiscalía General de la República de
Guatemala recibirá la documentación y la presentará ante el juez competente
quien citará a audiencia para resolver en términos de la legislación de aquél
país.
En el momento en el que el
juez considere procedente la extradición, turnará el expediente al Ministerio
de Relaciones Exteriores guatemalteco, en donde se realizará el trámite correspondiente
para su entrega a las autoridades mexicanas.
El historial
La Interpol buscaba a Duarte
de Ochoa en países de Centroamérica, el Caribe, Canadá y Europa, tras la
detención de los exgobernadores de Sonora, Guillermo Padrés, y de Tamaulipas,
Tomás Yarrington, por lo que la atención nacional se centraba sobre el exmandatario
veracruzano.
Al priista Duarte se le acusa
de los delitos de peculado, delincuencia organizada, desvió de recursos
públicos, delitos electorales, entre otros, además de haber dejado a Veracruz
sumido en la quiebra y en una severa crisis de seguridad por el asentamiento
del crimen organizado, que dejó más de dos mil desaparecidos en su sexenio y
una estadística oficial de siete mil homicidios dolosos.
En Veracruz, Javier Duarte
despegó en política como subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Finanzas
y Planeación (Sefiplan) en el sexenio del priista Fidel Herrera Beltrán.
Llegó a vivir en las
inmediaciones del Club de Golf de Xalapa, en una casa campestre de apenas dos
plantas y cochera para dos automóviles.
Una década después, Duarte de
Ochoa poseía nueve propiedades residenciales en los municipios de Boca del Río,
Veracruz, Emiliano Zapata, Córdoba, y la más aparatosa: un portentoso rancho
cubierto por frondosas montañas, muy cerca de la cabecera municipal de Fortín
de las Flores.
Además, la PGR le investiga
propiedades en Ixtapa Zihuatanejo, Estados Unidos, Europa, así como inmuebles de
sus colaboradores más cercanos en Costa Rica, en Texas, Estados Unidos y en
diversas provincias de España (Madrid, Bilbao, La Coruña y Cataluña, adquiridas
por supuestos prestanombres), según consta en la investigación ministerial,
1135/2016 –a la que el reportero tuvo acceso-, diligencias similares que
también lleva la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
Javier Duarte fue expulsado
del PRI el pasado martes 25 de octubre, al no presentarse a una audiencia,
luego que la PGR le liberara una orden de aprehensión por los delitos de
peculado, lavado de dinero, desvió de recursos y delincuencia organizada.
Durante todo el mes de octubre
del 2016, Duarte se dio tiempo de llevarse sus cosas más esenciales, por
ejemplo, Casa Veracruz –la residencia oficial del mandatario en turno- fue
desvalijada días antes de que el polémico mandatario veracruzano anunciará con
Carlos Loret de Mola que pediría licencia al cargo por “responsabilidad” y por
“amor a Veracruz” para –dijo e insistió- hacer frente al medio centenar de
denuncias en su contra. Sus aseveraciones en Televisa, fueron todas falsas
promesas.
En Boca del Río, municipio
gobernado por Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del gobernador electo, Javier
Duarte almacenaba cuatro lujosos penthouse: dos en la torre Pelicano y uno más
en la torre Levant –de reciente construcción y cuyos detalles suntuarios se
continúan colocando- y uno más en la Torre Financiera Américas, esta última
ubicada a un costado donde en septiembre de 2011 fueron arrojados 34 cuerpos sin
vida, con una “Z” rotuladas en los torsos de las víctimas.
“Tenemos instrucciones de no
dejar pasar a nadie de la prensa… usted sabe lo delicado del asunto”, frunce el
ceño, un empleado de la Torre Pelicano, ubicada en el 741 del bulevar Ávila
Camacho. Gotas de sudor resbalan por su frente cuando se le cuestiona sobre los
dos departamentos y unas oficinas ocupadas por Duarte de Ochoa como mandatario.
“Todos los administradores
(del edificio) están ocupados, le voy a pedir que se retire”, insistieron los empleados
del exmandatario cuando su fuga ya estaba consumada.