En las últimas cuatro elecciones para gobernador del
Estado de México entre 65 y 69% de los votos obtenidos por el candidato
ganador, fueron emitidos en 20 municipios, incluso, en 1999 cuando 12 de ellos
fueron ganados por la oposición al gobierno estatal. En esos lugares se
concentra 69.65% de los habitantes registrados en la lista nominal, lo cual los
convierte en escenario de la mayor disputa por el voto y relevante en un
contexto de campañas cortas.
Se trata de Huixquilucan, Nicolás Romero, Naucalpan,
Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Tlalnepantla, Zumpango, Tultitlán,
Coacalco y Tecámac, ubicados en el norponiente y norte de la Ciudad de México,
así como los de Texcoco, La Paz, Valle de Chalco, Chalco, Nezahualcóyotl,
Chimalhuacán e Ixtapaluca, localizados en el oriente de la entidad. A ellos se
suman Toluca y Metepec, del centro del estado.
Son localidades en los que, salvo Chimalhuacán, siempre
ha gobernado el PRI, todos han experimentado la alternancia del partido en el
gobierno en al menos dos ocasiones, de 1996 a la fecha.
En ese conjunto de municipios se han presentado fenómenos
electorales como el llamado efecto Fox en el 2000, cuando 12 de esos 20
ayuntamientos fueron ganados por el PAN, el efecto PRI en el 2009, cuando ganó
18 de 20 y el efecto Peña Nieto en el 2012 donde el PRI ganó 17 de 20.
El 4 de junio los habitantes del Estado de México
elegirán a su gobernador número 74.