Mauricio Cuevas Job, bibliotecario en la Valentín Campa, ubicada en el Fraccionamiento Floresta,
comentó que El Día Nacional del Bibliotecario,de acuerdo con la Comisión Naciona de Cultura (Conaculta), fue instituido el 20 de julio de
2006 para conmemorar la labor que desempeñan día a día estos profesionales, desde épocas muy antiguas, y que hoy, en plena
era de la información, se ha renovado su vigencia, pues esta profesión es cada
vez más indispensable, ante los retos y requerimientos de un mundo globalizado
que se erige sobre las nuevas tecnologías.
“Hoy, en un contexto cada vez
más complejo y dinámico, ser bibliotecario o ejercer la bibliotecología implica
mucho más que una labor ligada al mundo del libro, la biblioteca y la
información; el bibliotecario debe ser capaz de convencer a todos aquellos con quienes tiene contacto
del beneficio de la lectura y del libro para cambiar y ser agente del cambio,
ya que no es suficiente con disponer pasivamente de los medios de acceso al
conocimiento y la información, en aras de asegurar el óptimo ejercicio de la
profesión” mencionó al señalar que el próximo diez de agosto se llevara a cabo
una reunión con bibliotecarios de la Región Cuatro, ubicados en la Zona Oriente
del Estado de México.
Licenciado en Economía Mauricio Cuevas, también
destacó la sensibilidad del alcalde Rolando Castellanos Hernández al apegarse
al manifiesto presentado por la UNESCO,
referente a la Biblioteca Pública (1994)
donde se expresa que "El bibliotecario es el intermediario activo entre
los usuarios y los recursos" y que "su educación profesional y
continuada es indispensable para asegurar servicios adecuados", subrayó.
El bibliotecario mexiquense, también admitió
que en la actualidad, el libro ya no es
el único vehículo o contenedor de la información, por lo que las exigencias
para su manejo y organización son muy distintas a las de la antigüedad y la
tecnología, ya que también ofrece nuevas
e importantes herramientas para esta titánica labor del profesional de la
Información.
Reconoció que el desarrollo de Internet y
las nuevas tecnologías de la información han cambiado drásticamente el
tradicional paradigma bibliotecario. El actual bibliotecario ha adquirido
nuevas responsabilidades sociales y culturales.
Atrás queda ya la figura de éste como mero facilitador y conservador del
acervo documental existente en su biblioteca física.
Cualquier persona sin excesivos
conocimientos tecnológicos puede localizar e incluso publicar cualquier tipo de
información en la red, esto ha generado un exceso de recursos informativos,
muchos de ellos de escaso valor científico y sin someterse a ningún filtro de
validación.
Contra todo pronóstico dudoso de la
necesidad de la figura del bibliotecario en la era de las Tecnologías de la
Comunicación y la Información (TIC’s), el bibliotecario ha cobrado fuerza para
asumir su nuevo papel mediador entre la demanda informativa y el usuario de la
misma; transgrediendo cualquier barrera geográfica, idiomática, social o
cultural.
Concluyó al recordar que de acuerdo al
Conaculta, en 1945 se inauguró la
Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (ENBA) convirtiéndose en la
primera escuela formadora de profesionales en la materia y a la vanguardia ya
de la urgente necesidad de contar con el personal capacitado que pudiera dar la
atención adecuada en las Bibliotecas del país.