Un ejército de paz y para la
paz, son indudablemente las fuerzas armadas de la República Popular de China,
que ostentan el nombre genérico de “Ejército de Liberación de China”, porque en
sus 89 años de existencia, que celebra ahora, fue la fuerza heroica que liberó
a la gran nación de los última invasión que sufriera en su historia a la mitad
del Siglo pasado.
Hoy interrumpimos nuestras
entregas sobre las sendas reuniones de nuestras organizaciones gremiales
llevadas a cabo en el estado de Jalisco, para destacar las palabras del coronel
superior, Wang Yong, Agregado Militar, Naval y Aéreo de la Embajada de China en
México con motivo del 89 aniversario de la fundación de dicho Ejército.
Dicha institución, como la ha
dicho el Coronel Superior, constituye una “Gran Muralla de Acero” que protege
la seguridad nacional y, al mismo tiempo, una importante fuerza para la
salvaguardia de la paz mundial, los datos siguientes lo comprueban, además de
que la institución armada ha dado un ejemplo al mundo al reducir, dentro de su
Reforma que lleva a cabo, en más de 300 mil sus efectivos.
China cumple con toda seriedad
sus responsabilidades y obligaciones internacionales, apoyando y participando
activamente en las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Entre los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU,
China es la nación que ha aportado el mayor número de cascos azules a las
operaciones de mantenimiento de la paz y el segundo país del mundo que ha
contribuido con más recursos financieros a las mismas.
Actualmente, en las nueve
zonas de misiones de la ONU, entre las cuales están Liberia, la República
Democrática del Congo y el Líbano, se totalizan más de 3 mil cascos azules
chinos ejecutando tareas tales como la salvaguardia de seguridad, la
construcción de carreteras y puentes, la asistencia médica así como el transporte
de materiales y suministros.
Según la estadística, aún
incompleta, las tropas de mantenimiento de la paz chinas han concluido la
construcción y mantenimiento de más de 10,000 kilómetros de carreteras y más de
300 puentes, la eliminación de cerca de 10,000 minas y bombas sin estallar así
como la atención médica a casi 150,000 enfermos. Lamentablemente para esta
noble causa, 13 oficiales y soldados chinos sacrificaron su vida.
En los últimos 10 años, las
fuerzas armadas chinas han participado en las operaciones de emergencia de
asistencia humanitaria internacional en 27 ocasiones y entregado materiales y
recursos de ayuda de emergencia con un valor de 200 millones de dólares a 24
países.
China sostiene invariablemente
la política de defensa nacional de carácter defensivo, y nunca pretende ni
pretenderá la hegemonía. Las fuerzas armadas de China, con esta reforma
concluida, reforzarán la capacidad de auto-defensa y defensa y harán mayores
contribuciones a la paz y la seguridad para la región y las del mundo.
Indudablemente, el de China, es un Ejército de Paz.
Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com