Por lo tanto, luego de una denuncia interpuesta por el
presunto afectado el pasado 8 de noviembre, la PGJEM informó que inició
diversas diligencias para identificar a la, o las personas que pudieron haber
colocado los restos del roedor en el alimento.
Del resultado de las pruebas, afirmó la dependencia estatal
en un comunicado, se desprende que los restos del roedor y la carne de la
hamburguesa, adquirida en una sucursal de comida rápida, ubicada en
Tlalnepantla, no estaban mezclados y no fueron cocinados al mismo tiempo.
Germán García Beltrán, Subprocurador General de la PGJEM,
explicó que de estas pruebas periciales se ha podido determinar además, que los
restos del roedor mantenían su tejido epidérmico, así como también tenían
elementos pilosos, con lo que se puede establecer que no había rastros de
cocción.
Indicó que las pruebas realizadas por el departamento de
Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia,
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a petición de la
procuraduría mexiquense, son similares y no existen resultados contrarios a los
determinados por la PGJEM.
Este miércoles fueron retirados los sellos que el
Ministerio Público ordenó colocar para
asegurar las instalaciones del restaurante de comida rápida, por la posible
comisión de Delitos Contra el Consumo, el cual está previsto en el artículo 201
del Código Penal del Estado de México.
De esta manera se llevaron a cabo las diligencias
correspondientes para garantizar a las autoridades de salubridad, tanto
estatales como federales, realizaran lo que en ejercicio de sus competencias
correspondía, señalaron autoridades de la PGJEM.
ijsm
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