Alfredo Castillo y el 'Abuelo' (OPINION)

POR: VÍCTOR GONZÁLEZ AVELAR

EN VERDAD DIFÍCIL la tarea que le encomendó el presidente Peña Nieto al comisionado federal en Michoacán, Alfredo Castillo. Por lo pronto ya tuvo su primer desliz, cuando se publicitó el haberse reunido con uno de los capos del crimen de aquella entidad, Juan José Farías más conocido en el mundo del hampa como "El Abuelo". Se trata de un verdadero pájaro de cuenta que nadie se explica cómo tan siniestro personaje pudo infiltrarse en una reunión promovida por el propio Alfredo Castillo.

PERO EL ASUNTO más preocupante es que el comisionado Castillo haya declarado que no sabía ni conocía a la persona con quien hablaba. Esto pudo deberse debido a que no fue debidamente retroalimentado sobre el historial de todos y cada uno de los personajes del crimen en aquella entidad. En esas condiciones es fácil se puedan infiltrar líderes de las "autodefensas" malandras con las "autodefensas" llamémoslas "las buenas".

ESTOS GRAVES problemas que ahora sufre Michoacán, tienen su origen, y pocos podría negarlo, a partir de los últimos 12 años de gobiernos estatales perredistas y cientos de presidentes municipales que gobernaron el estado, desde Lázaro Cárdenas Batel hasta Leonel Godoy. Sin desconocer que el narcotráfico ya existía con anterioridad en aquella entidad, también es verdad que sus actividades no habían impactado sobre la población y la economía de Michoacán como ha sido hasta ahora. Fue con Cárdenas Batel, Leonel Godoy y los presidentes municipales sostenidos en su gran mayoría durante el gobierno del PRD, que el narco crimen penetró; pero no nada más este tipo de delincuencia, también se apoderaron de Michoacán otros de sus giros más representativos tales como la extorsión, cobro de piso, secuestros, el despojo de propiedades, esto solamente por mencionar a los más dolorosos y que agravian a la población.

LOS PERREDISTAS MANTUVIERON por largos 144 meses, una política de no permitir y menos solicitar la participación en la lucha contra la delincuencia la intervención del Gobierno Federal, esto única y exclusivamente por ser éste de extracción panista. Ello tuvo como consecuencia todo lo que ahora estamos viendo; y aunque en su momento el presidente Calderón Hinojosa enterado de lo peligroso de la situación quiso en un acto de mano dura, instrumentar el llamado "Michoacanazo", éste finalmente resultó un total fracaso pues la infiltración y corrosión del tejido social ya estaba totalmente deteriorado e infiltrado por la delincuencia en todas sus variadas manifestaciones.

AHORA EL PAÍS encuentra un Michoacán y una sociedad infiltrada por la delincuencia y con un tejido social desarticulado. El comisionado se ha encontrado con una enorme y amplia red de complicidades entre los sectores de la población, en donde muchos de ellos lo único que pretenden es mantener sus privilegios y el poder sobre otros grupos. Los capos son primos de otros, los otros parientes de aquéllos, los tíos de los primos y de las organizadores de "autodefensa" nadie sabe con certeza cuáles son las "buenas" y cuáles las de las malandras. Unos buscan la venganza, los otros la recuperación de su patrimonio perdido en manos del delito. También los hay que tratan de protegerse de esas venganzas o evitar procesos penales y la aplicación de la ley. Existen además intrincadas relaciones familiares, fraternales, de amistad, lealtades o compromisos entre ellos mismos y las autoridades, especialmente en las municipales, y nadie se atreve a denunciar las actividades delictivas de sus amigos o parientes. Y así hasta el infinito.

LAS INVESTIGACIONES A REALIZAR pretenden llegar a identificar las relaciones comerciales ilícitas habidas entre parientes, amigos, autoridades municipales, estatales o policiacas. A otros les urge salir de su problema y en estas circunstancias, algunas regiones se encuentran convertidas en una tierra sin ley y difíciles de llegar a recomponer.

DE AHÍ QUE LAS tareas que tiene el comisionado sean múltiples y difíciles de poder cumplir a cabalidad. No se trata únicamente de volver a Michoacán al estado de derecho; lo más difícil será y a largo plazo, cicatrizar las heridas que al mismo corazón de la población le infligió el crimen.

EL GOBIERNO FEDERAL no ha podido definir cuáles serían las funciones de las llamadas "autodefensas"; si se les permitirá mantener su armamento o si no se les permite y por cuánto tiempo; si son coadyuvantes del gobierno federal y de sus cuerpos policiacos, del ejército y la marina en la lucha contra la delincuencia; cómo sería esa coadyuvancia, en qué condiciones operaría, si de manera autónoma o bajo un esquema de incorporación a los cuerpos de seguridad; si serán o no los conductos para denunciar a los miembros del crimen organizado para poder llegar a los cárteles o personas que los han dotado con el poderoso armamento que ostentan; si sería conveniente seguir tolerando sus abusos, retenes y hasta sus cárceles privadas.

Por lo pronto confianza y esperanzas de que obtengan los buenos resultados que todos queremos para Michoacán y sus pobladores.