EL CORDERO DEL PAN QUE BUSCA REDIMIR SU PARTIDO

En noviembre de 2010 quien fuera dirigente de Acción Nacional, Manuel Espino, fue expulsado de las filas de ese partido, aunque bien se sabía del desencuentro que tenía con el entonces presidente Felipe Calderón, se dijo que su falta, terrible falta, anidaba en la denuncia pública que meses atrás había hecho contra los panistas del Estado de México. Señaló que eran “los más corruptos del partido”. Es decir, hablaba sobre una corrupción generalizada pero subrayaba que esos, los del Edomex, eran los que se llevaban el campeonato.

Por eso, por afirmar en forma pública lo que se dijo, debió hacerse intra muros, fue expulsado. Qué deberá hacerse ahora que también públicamente desde el viernes pasado se sabe que el senador Ernesto Cordero le pide al diputado Fernando Rodríguez Doval que “hunda al líder del partido Gustavo Madero y al coordinador Luis Alberto Villarreal por rateros”.

Voluntariamente o no, la afirmación ya es pública.

Acción Nacional durante decenios se esmeró en ubicarse como referente democrático y de extendida honestidad. Ahora, uno de sus más connotados miembros habla de corrupción interna y de raterías en la distribución de los recursos de egresos… de la Federación para este año. No es poca cosa.

Don Gustavo Madero, seis días después, apenas ayer, señale que esas acusaciones se fundamenten y que “se presenten datos reales y no sean solo filtraciones”. El senador Cordero fue claro aunque no específico; él que está adentro y enterado de cuanto ocurre, se escucha exaltado en la grabación difundida por varios medios: “… ¡son unos ladrones!”

Acción Nacional llevará a cabo mañana sábado su Consejo Nacional que en noviembre pasado se suspendió por falta de quórum. Mañana —si lo logran—, se fijarán las reglas para la elección interna de la dirigencia.

¿Cuántos panistas comparten la afirmación del senador Cordero? No se sabe pero recordemos que fueron numerosos panistas los que, cuando Cordero fue secretario de Hacienda y sustentó que con seis mil pesos una familia podía abastecerse de alimentos, pagar la renta, la letra del auto y aún poder tener a los hijos en escuela privada, manifestaron desde dudas hasta gestos y declaraciones de espléndido humor y marcada ironía. ¿Qué piensan internamente los panistas al verse desnudados en zonas sustantivas de sus banderas de presentación?

En lo único que claramente ha tenido apoyo y coincidencias dentro y fuera de su partido es en el hecho de haber presentado su queja ante la Procuraduría General de la República. Su denuncia ante el espionaje telefónico la argumenta como un acto inconstitucional por la intervención, circulación y difusión de sus conversaciones privadas.

En su denuncia formal, Ernesto Cordero hace patente que se han violado sus derechos humanos, así como las garantías que consagra el artículo 16 de la Constitución dado que se viola la privacidad que tiene como mexicano. Esto además de cierto, merece la natural comprensión.

¿Quién tiene la información de los números telefónicos de cualquiera de los ciudadanos que se busquen intervenir; y quién cuenta con los aparatos capaces de realizar esto?

¿Todos podemos ser escuchados y grabados en nuestras conversaciones privadas e incluso íntimas?

El asunto no deja de ser relevante ya que, en la etapa que vive el país, incluso en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se ventila la posibilidad legal de rastrear las llamadas telefónicas que pudieran provenir de fuentes criminales y aquí en este punto el apoyo pareciera ser mayoritario pero, quién y en qué momento puede contundentemente afirmar se siguen indagatorias serias y amparadas en el espíritu de justicia tan mermado entre nosotros.

El asunto no es banal; tiene implicaciones directas en Acción Nacional y también en los pliegues de actividades de todo tipo entre la población. Para el PAN significa una mancha decisiva en su presencia y proyecto político.

¿Dónde podrán asentar sus afirmaciones de partido honesto, disciplinado y leal al país cuando se exhibe a su dirigencia como pandilla corrupta?

El enredo apenas comienza y mañana sábado debiera ser ventilado en la magna asamblea de ese partido; ¿habrá claridad y honradez para tratarlo?