COLUMNA: ENTRE IMPREVISTOS Y NOTICIAS.

POR JOSÉ LUIS TELLEZGIRON.

 Congruente fue la propuesta de los burócratas adheridos al Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipios (Suteym) referente a la  campaña de los aspirantes a ocupar la secretaria general del Suteym La Paz, que pudiese basarse en tres puntos claves para obtener el triunfo y la absoluta confianza de los casi 300 trabajadores suteymistas.
De los  puntos clave que podrían llevar al triunfo a los aspirantes sería:

A)     La Divulgación y Promoción pública de las condiciones en que se firman los convenios laborales con el alcalde en turno.

B)      La liquidación constitucional y total a los familiares de los sindicalistas víctimas de enfermedades terminales o fallecidos en el cumplimiento de su deber y el último.

C)      La desaparición de las “Comisiones Permanentes” que sólo beneficia a los secretarios generales salientes mermando la economía de los trabajadores.

Y es que por increíble que parezca, en los últimos años los líderes sindicales optaron por negar a los sindicalistas mexiquenses, copias fotostáticas o acceso a las condiciones laborales en que se firman los convenios con los alcaldes en turno, a sabiendas que es una obligación constitucional.

Más también no sólo ese es el tema prioritario. Algunos líderes olvidaron la verdadera labor de la gestión en lo referente a la liquidación total a los familiares de los trabajadores fallecidos en el cumplimiento de su labor, como ocurrió hace más de dos años con el inolvidable “Popis” o bien el recién acaecido Juan Carlos Jimenez, chofer de Servicios Urbanos, quien en plena faena laboral perdió la vida; sin que hasta el momento en ambos casos, ninguno de sus familiares reciba las liquidaciones que marca la ley y sólo escuchen falsas promesas.

Mas sin embargo el caso más lamentable para los sindicalistas  es el que actualmente atraviesa su conocido compañero y amigo Rafael Aranda, del cual se dice que es víctima del cáncer en fase intermedia y abandonado por el respaldo gubernamental y sindical.

Pero eso podría solucionarse, si en los mismos convenios laborales que se firman con los alcaldes, desapareciese la cláusula de vigencia a las “Comisiones Permanentes”, pues esta cláusula sólo beneficia con onerosos salarios a los dirigentes sindicales salientes, y merma los ingresos y prestaciones de la clase trabajadora.